El "Corpus Paulinum" comprende catorce escritos, de los que siete se consideran auténticos de Pablo: Rom, 1 y 2 Cor, Gál, Flp, 1 Tes, Flm; la autenticidad de los otros se discute (cf. las respectivas introducciones).
No hay que buscar en los escritos paulinos una exposición sistemática ni un compendio del mensaje de Jesús. Son escritos ocasionales que tratan de cuestiones particulares o explican ciertos puntos controvertidos. Gál y Rom, por ejemplo, se centran en la cuestión de la Ley, caducada con el Mesías; 1 Cor trata de problemas de la comunidad; Col refuta las doctrinas que amenazaban a aquella iglesia; Flp, por su parte, comunica noticias y expresa agradecimiento.
No falta, sin embargo, en ninguna carta la aplicación del evangelio a aspectos de la vida concreta, según los problemas que presentaba su difusión en los diversos ambientes.
La doctrina de Pablo, que no es invento humano (Gál 1,11), supone la vida y enseñanza de Jesús, pero se centra en su obra redentora, cruz y resurrección, y en el Señor presente en la comunidad. Su importancia reside, sobre todo, en la transposición del mensaje evangélico a nuevas categorías culturales, judías y helenísticas. La diversidad y riqueza de datos y formulaciones que contienen las cartas son imposibles de resumir. Sölo puede decirse que su encuentro con Jesús Mesías marcó a Pablo de por vida y que la revelación recibida sobre la abolición del antiguo camino de la Ley lo hizo el doctor de la gratuidad de la salvación y de la libertad cristiana.
No hay que buscar en los escritos paulinos una exposición sistemática ni un compendio del mensaje de Jesús. Son escritos ocasionales que tratan de cuestiones particulares o explican ciertos puntos controvertidos. Gál y Rom, por ejemplo, se centran en la cuestión de la Ley, caducada con el Mesías; 1 Cor trata de problemas de la comunidad; Col refuta las doctrinas que amenazaban a aquella iglesia; Flp, por su parte, comunica noticias y expresa agradecimiento.
No falta, sin embargo, en ninguna carta la aplicación del evangelio a aspectos de la vida concreta, según los problemas que presentaba su difusión en los diversos ambientes.
La doctrina de Pablo, que no es invento humano (Gál 1,11), supone la vida y enseñanza de Jesús, pero se centra en su obra redentora, cruz y resurrección, y en el Señor presente en la comunidad. Su importancia reside, sobre todo, en la transposición del mensaje evangélico a nuevas categorías culturales, judías y helenísticas. La diversidad y riqueza de datos y formulaciones que contienen las cartas son imposibles de resumir. Sölo puede decirse que su encuentro con Jesús Mesías marcó a Pablo de por vida y que la revelación recibida sobre la abolición del antiguo camino de la Ley lo hizo el doctor de la gratuidad de la salvación y de la libertad cristiana.
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